Entre diez y quince mil agentes es el cálculo de asistentes a la manifestación de hoy que hacen los sindicatos de Policía convocantes y las asociaciones de Guardia Civil que ya no convocan -por imperativo legal-, pero que se suman al acto. Se basan en que hay 141 autobuses conjuntos contratados en toda España (unos 7.700 agentes) más los funcionarios de Madrid de ambos Cuerpos. La concentración supone un órdago al Ministerio del Interior, que ha incumplido la promesa de equiparación salarial que afecta a casi 140.000 agentes recogida en el programa electoral del PSOE de marzo de 2004.
La gota final ha sido la circular firmada por el mando único, Francisco Javier Velázquez, y enviada el pasado jueves a todas las unidades del Instituto Armado, en la que se afirma que pueden ser expedientados por falta muy grave los guardias civiles que asistan al «acto sindical» de Madrid. La orden prohíbe a cualquier agente participar en la concentración a la vez que les da por informados de las consecuencias disciplinarias.
Paradójicamente, la circular del director general, lejos de lograr su objetivo, ha servido como la mejor convocatoria para que muchos guardias civiles que no pensaban acudir a la marcha hayan decidido ahora apoyarla. Y es que el tono «amenazante» del escrito ha provocado un gran malestar en no pocos sectores del Instituto Armado no vinculados con la organización de la manifestación.
Agentes de la Policía llevarán pegatinas que rezan «yo soy guardia civil» para apoyar a los manifestantes del Instituto Armado
La Unión de Oficiales Guardia Civil Profesional (UO) ha contestado a Velázquez con un dictamen jurídico que en su opinión desmonta los argumentos esgrimidos por «el número 3» de Interior: no son organizadores del acto, no vestirán uniforme, no portarán armas ni llevaran ningún elemento que los identifique como miembros de la Guardia Civil; no existe infracción de la neutralidad política y sólo se pide al Ejecutivo la homologación salarial y la dignificación profesional.
La asociación de oficiales estudia interponer una querella criminal contra los responsables del Ministerio por un delito de coacciones al ejercicio de derechos fundamentales. «Si algún funcionario de Policía recibiera órdenes de obstaculizar este ejercicio, estaría legitimado para desobedecerlas por tratarse de una manifiesta infracción del ordenamiento jurídico», recogen en su dictamen.
Interior no tiene la misma visión del problema y ayer Velázquez reiteró las advertencias y recordó que una falta muy grave puede acabar en expulsión. «La Ley Orgánica de Régimen Disciplinario es clara y tajante», señaló Velázquer en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro. A los guardias civiles se les presume su «estricta neutralidad», por lo que no pueden participar en una actividad sindical. El director general dio una vuelta de tuerca a los argumentos esgrimidos hasta ahora y consideró que al participar en la manifestación sindicatos -convocan los de Policía-, es una actividad sindical y no de carácter profesional.
La asociación de oficiales de la Benemérita estudia presentar una querella criminal contra los mandos políticos de Interior
Por su parte, los sindicatos policiales -SUP, CEP, SPP y UFP- advierten que llevarán pegatinas con el lema «Yo soy guardia civil», como muestra de apoyo a sus compañeros de la Benemérita. Además, estos sindicatos se sienten traicionados por los responsables políticos de Interior, que nada más ocupar su cargo se pusieron la «camiseta de sindicalistas», según afirman, y prometieron a los agentes la equiparación salarial con las policías autonómicas (ver cuadro); una promesa que procedía del programa electoral socialista y que ha sido incumplida, según denunciaron las organizaciones que en junio se declararon en situación de conflicto colectivo y comenzaron a trabajar «a reglamento». El Ministerio abrió una decena de expedientes a delegados sindicales, que han sido respaldados por sus colectivos y han denunciado una violación de derechos ante el Defensor del Pueblo.
Hasta la plaza de Colón
Interior, por su parte, sostiene que sí se han mejorado las retribuciones y recuerda que en 2005 se firmó un acuerdo para aumentar sus salarios en 10,5 puntos por encima del resto de funcionarios en cuatro años. La mejora beneficiaba también a la Guardia Civil; en su capítulo de mejora retributiva el Ministerio incluye la aprobación del nuevo catálogo de puestos de trabajo y cifra la subida en 50 millones de euros.
A policías y guardias civiles -AUGC también suscribe la convocatoria y ASIGC apoya a los sindicatos policiales- hay dos cuestiones que les molestan especialmente: una, que Interior alegue la crisis económica para incumplir su promesa, mientras se han aprobado nuevas subidas para los Mossos y la Ertzaintza, y dos, que se les amenace con expedientarlos. La Asociación Unificada de Militares Españoles (Aume) estará representada por su secretario general.
La circular del director general, lejos de disuadir a los guardias, ha provocado más adhesiones al acto
Se cree que la manifestación será la más numerosa de agentes de las Fuerzas de Seguridad que haya habido nunca y la primera conjunta de ambos Cuerpos. Partirá a las doce de la mañana de la glorieta de Rubén Darío, continuará por la calle Miguel Ángel, General Martínez Campos, Paseo de la Castellana y acabará sobre las dos de la tarde en la plaza de Colón. Allí habrá tres intervenciones: dos de un policía portugués y una agente sueca que representan a la Confederación Europea de Policías (Eurocop) y a la Confederación Europea de Sindicatos de Policía y otra del representante de los sindicatos policiales participantes, José Ángel Gago.
ABC.ES. 11:00 HORAS 18-10-08
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